Ya hace un tiempo que ronda por mi cabeza una idea.
Visto que la fachada de mi vivienda posee una zona de caravista suficientemente inservible, pensé en la posibilidad de darle un uso energético mediante la instalación de placa fotoeléctricas para generar mi (o nuestra en caso de ser algo comunitario) electricidad, sino una parte importante.
Pero esta semana, esta utopía ha sido casi descartada después de leer un artículo de El País: "Industria gravará con un peaje la producción casera de electricidad" (elpais.com de 19 de julio de 2013). Este artículo se puede resumir en la puesta en escena de una llamada "tasa de respaldo" que deberán pagar quienes se generen su propia electricidad.
Todo esto responde a un miedo de las compañías eléctricas a que la gente deje de "comprarles" la electricidad a ellas y, acompañado al abaratamiento de la tecnología destinada a este fin, se colapse el sistema actual, o traducido a la realidad, no ganen tanto dinero como están haciendo ahora.
Entre las muchas preguntas y dudas que me surgieron tras la lectura (algunas tan inverosímiles como, ¿pararan a los niños que circulan en sus bicicletas cuando tengan la dinamo encendida para solicitarles la tasa?), una desató la siguiente reflexión:
"Si la presión ejercida sobre el gobierno de España por el lobby eléctrico para la creación de esta tasa (que parece algo más que probable) hubiese un lobby de presión con igual influencia y poder con origen en las diferentes empresas que proporcionan oxígeno (por ejemplo a los hospitales), ¿estaríamos ahora hablando de una tara de respaldo por generar nuestro propio oxígeno?"
Que cada uno saque sus conclusiones...
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