Leyendo un artículo relacionado con el "banco
malo" que creará el Gobierno de España para rellenarlo de activos tóxicos
de otros bancos me sorprendió que la misma filosofía de burbuja que creo y
alimentó la burbuja inmobiliaria sigue presente (y muy presente) en las
personas y entes que deberían estar encargados de capitanear la salida de la
crisis.
Y es que, según esta noticia que leí en El Periódico Mediterráneo del pasado lunes 19 de agosto de 2012 firmado por la Agencia Europa Press, la
principal duda sobre este banco malo reside en como valorar los activos
inmobiliarios.
La preocupación de la Asociación de Usuarios
de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) y el Gobierno español reside en que
para la salida a esa inmensa bolsa de pisos se debería hacer a un precio
razonable y no a precio de mercado, ya que a precio de mercado (y tal como está
el mercado inmobiliario ahora) supondría un descenso del valor de las
viviendas, de todas, con lo que cualquier persona con un mínimo de recursos podría
acceder a una, pero no, el problema que ven estos dos colectivos es que quienes
más patrimonio poseen perderían con la bajada de valor de sus posesiones (más
allá de, una vez más y debido a que va en contra de sus intereses, utilizar el
artículo 47 de la Constitución
Española para algo tan nimio como adornar sus inmensas librerías).
Me haría ilusión que estas personas le explicaran al dueño
de la tienda de zapatos de mi barrio el motivo que sus inversiones en productos
para su tienda esta sujetas a las reglas de mercado (y por eso tiene un gran
cartel de “Todo rebajado al 80%”, una material que ya ha pagado pero no puede
dar salida pero que debe hacerlo para dejar paso a otro pese a que suponga tener
pérdidas) mientras que quienes invirtieron en ladrillo juegan en otra liga para
el beneficio de unos pocos.
Para mí, el lugar donde vivo no se puede cuantificar con una
cifra, ni con una tasación. El valor de MI CASA no depende del mercado. Hasta que
quienes mandan no logren comprender eso, volverán a repetir los mismos errores
que nos han llevado a estar como estamos.